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lunes, 20 de julio de 2020

Cementerio General de Tegucigalpa



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En resumen. Este trabajo es una muestra de 1,213 enterramientos (100%) tabulados durante doce giras al Cementerio General de Tegucigalpa, entre agosto y octubre de 2019, más los datos de la lista de Eric Schwimmer. Esta cantidad es algo menos del 2% de todos los entierros habidos, unos cien mil en el transcurso de 130 años.
El sepelio más antiguo de esta muestra data de septiembre de 1883, corresponde al Gral. Enrique Gutiérrez y no consta su fecha de nacimiento. Y el más reciente es de diciembre 2017 de la Sra. Jenny Gabrie Bendeck, quien vivió 54 años.
Respecto a su ocupación, yacen sepultados diez presidentes de la República, tres Primeras Damas de la República, escritores, poetas, abogados, comerciantes, militares, entre otros.
La muestra revela que 591 (51.93%) son hombres y 547 (48.07%) son mujeres, de las cuales 276 (50.46%) son casadas y en sus lápidas o inscripciones se consta porque dice «de tal» para recordar su vida marital; muy pocas, apenas 41 (14.86%), dejaron al olvido su propio apellido y decidieron honrar eternamente el apellido de su esposo. En 16 casos (5.80%) hay un segundo apellido y en cuatro (1.45%) se indica que eran viudas. Hay siete (0.62%) que son homónimos y todavía se logra leer en las lápidas que eran hijos, todos varones, de alguien de igual nombre.
Primer apellido. Aunque todos por cuestión de genes tenemos o tuvimos padre y madre, sin profundizar en los temas de la responsabilidad paterna, en la muestra hay 1,137 (93.82%) que tienen inscrito el primer apellido completo y de los cuales 547 (48.11%) eran damas y 590 (51.89%) eran caballeros; en 631 (55.50%) se consta que únicamente anotaron ese primer apellido (igual en 29 mausoleos); 56 (4.93%) solo anotan una letra inicial de su primer apellido y todas son mujeres; hay 46 casos (3.79%) que no tienen primer apellido (tres hombres y 43 mujeres). Hay 232 (42.41%) casos donde damas fallecidas incluso en la tumba honraron la memoria del cónyuge con su apellido de casada. Apenas en 15 (1.24%) del total se consigna fechas de nacimiento y/o defunción, y siempre de la totalidad con primer apellido solo hay 7 casos (0.57%) que en la tumba se identifica homónimo (todos varones), como para dar más trabajo de investigación.
Satisfago mi curiosidad, no hay ni uno apellido Pinto. Mi familia paterna es originaria de Ocotepeque y luego afincada en Siguatepeque, cuyos restos yacen en ambas ciudades; mi papá llegó a la capital el último lustro de 1940. Mi familia materna es de Danlí y establecidos en Tegucigalpa tres generaciones atrás, cuyos restos están en otros camposantos capitalinos.
En esta muestra hay 352 primeros apellidos diferentes, y los 15 más comunes son Valladares (25), Zelaya (24), López (23), Flores (19), Díaz (17), Vijil (17), Gómez (14), Carías (13), Ugarte (13), Moncada (12), Padilla (12), Zúniga (12), Irías (11), Durón (10) y Fiallos (10). Algunos únicos y ya casi desaparecidos son Alam, Cammack, Candler, de Montis, Deitrick, Eberhard, Echevarrieta, Fortis, Gerlero, Magermans, Marcó, Oyarzún, Possi, Veroy y Xatruch; hay 18 apellidos no conocidos ya que solo se anotó la inicial, lo cual da espacio a especular para cubrir ese vacío.
Segundo apellido. La muestra deja saber que hay 649 casos (53.50%, (278 hombres y 371 mujeres) que no constan un segundo apellido, por el contrario 345 casos (28.44%) si registran el segundo apellido, de los cuales 209 (69.67%) eran caballeros y 91 (30.33%) eran damas (en 45 mausoleos hay segundo apellido), de quienes solo nueve (0.74%) inscribieron sus dos apellidos más el de casada. Hay 134 casos (38.84%, 93 mujeres y 41 hombres) donde solo se anota una letra inicial en el segundo apellido, y solo 17 casos (1.40%) donde se constan fechas de nacimiento y/o defunción. Hay tres casos y solo en hombres en que el segundo apellido es compuesto, algo así como "tal de tal".
Hay 204 casos con segundo apellido diferente, y los 15 más comunes son Díaz (11), Zelaya (11), Gómez (10), Valladares (7), Flores (7), Romero (6), Lozano (6), Reyes (6), Streber (5), Andino (5), Valeriano (5), Inestroza (5), Vega (5), Soto (5), y Blanco (4). Enorme pérdida es que hay muchos casos donde sólo se consta la letra inicial y supera a los anteriores como R. (16), M. (13), G. (13), C. (11), S. (10), A. (9) y así diez letras más. Apellidos que sólo hay un caso y ya se notan escasos en las menciones son Aprix, Azpuru, Chandias, Corvey, Echevarrieta, Foneyosa, Fontecha, Garnier, Medal, y Tellería.
Primer nombre. Lo tienen completo 1,118 (92.17%) casos (578 hombres, 51.70%; 540 mujeres, 48.30%). Hay 797 (71.29%) que solamente tienen primer nombre, de los cuales 372 (24.24%) son hombres y 425 (53.32%) son mujeres. En 17 casos (1.52%) solo figura una letra inicial y en tres casos no hay primer nombre.
En cuanto al primer nombre, de 413 diferentes en esta muestra, los 15 que más se repiten son María (68), José (46), Juan (26), Carlos (23), Miguel (20), Rafael (19), Luis (18), Francisco (17), Juana (16), Isabel (15), Jesús (14), Rosa (12), Manuel (11), Fernando (10) y Dolores (10). Pero hay 24 casos que se anotaron en el significado familiar y afectivo como Adelita (Adela), Chepita (Josefa), Chinda, Chusita (Jesús), Concha, Conchita, Geo, Hernancito (Hernán), Isidorito (Isidoro), Josesito (José), Juanita (Juana), Lola, Lolita (Dolores), Max (Máximo o Maximiliano), Pablito (Pablo), Paca, Paco (Francisca/o), Pura, Rosita (Rosa), Tomasita (Tomasa), Toñito (Antonio), Trina (Trinidad) y Tula (Betulia), a lo cual me atrevo asumir que los nombres de pila pudieron ser los sugeridos entre paréntesis.
De la anterior categoría, y de los cuales solo hay uno en esta muestra, se leen nombres ahora escasos como Anarda, Bienvenido, Candelaria, Cástula, Domitila, Doroteo, Edaulfo, Filomena, Genoveva, Hercilia, Juaquina, Micaila, Pascuala, Potenciano, Prisca, Pulquería, Rufino, Sotero, Tranquilino o Visitación, ya casi perdidos por considerarles pesados o poco adecuados para estos tiempos donde prefieren bautizar con los nombres de futbolistas o cantantes. Mi primer nombre, José, es algo común en mi familia y el mío proviene del primer nombre de mi abuelo paterno.
Segundo nombre. No es que sea obligatorio pero hay 802 casos (66.12%) en que no lo hay (373 hombres, 46.51%; 428 mujeres, 53.49%), pero 222 (18.30%) (128 hombres, 94 mujeres) en que sí, 114 casos (9.40%; 90 hombres, 24 mujeres) que solo tienen una letra inicial, y 23 donde está compuesto de dos o más como "tal de tal". Mi segundo nombre es Ricardo y no hay más en mi familia que el mío y mi hijo, y punto que yo sepa.
 Como segundo nombre, los 15 más comunes son María (13), Antonio (12), Ramón (7), de Jesús (7), Ángel (6), Cristina (5), Alberto (5), Luisa (4), Tulio (4), Humberto (4), Armando (3), Ernesto (3), Augusto (3), Alfredo (3), y de los Ángeles (3).
Otra pérdida enorme para la historia, además de nombres y apellidos ilegibles o aquellos en que solo se anotaron iniciales, lo representa aquellos que tienen fecha completa de nacimiento (26 casos, y cinco incompletos) y lo mismo con la fecha de defunción (33 y siete incompletos). Con datos ilegibles o incompletos hay 186 casos que sucede total o parcialmente, lo que trastoca la historia, permite especular fechas y aceptar por válido cualquier dato que llene ese vacío. Se contabilizan en la muestra 76 mausoleos familiares. Y como el objetivo es construir historia, al menos en 63 casos resulta fácil preparar algún dato biográfico.
Espero esta lectura le sea útil.